COMUNIDAD CAMPESINA MANUEL SEOANE CORRALES CELEBRA INICIO DE CONSTRUCCIÓN DE SU NUEVO LOCAL COMUNAL FINANCIADO POR LAS BAMBAS

*Este acto refleja el cumplimiento de los compromisos asumidos por Las Bambas con la comunidad.

La comunidad campesina de Manuel Seoane Corrales ha marcado un hito importante en su desarrollo con la emocionante ceremonia de colocación de la primera piedra de su futura casa comunal. Este proyecto, que ha sido esperado durante mucho tiempo, se llevará a cabo gracias al compromiso asumido por la empresa Minera Las Bambas en sus reuniones de diálogo con la comunidad.

El moderno local Comunal tendrá un área total techada estimada de 268.5 metros cuadrados y constará de tres pisos. En el primer piso, se incluirán dos camerinos (uno femenino y otro masculino) con sus respectivos servicios higiénicos, un escenario, un auditorio, una despensa, un almacén, una recepción y servicios higiénicos generales. El segundo y tercer piso contará con ambientes similares. La construcción estará a cargo de la empresa local M y C Montaje e Instalaciones, con un plazo de ejecución estimado de 6 meses.

Cleto Berrío Huamaní, presidente comunal, expresó su alegría por la materialización de este proyecto tan esperado. «La esperanza era que se hiciera realidad, y ahora la Junta Directiva y la comunidad velarán porque la construcción sea de calidad. Agradecemos a la empresa por el cumplimiento de su compromiso», afirmó.

Moisés Hurtado, representante de Las Bambas, resaltó la importancia del acto protocolar que marca el inicio de la construcción de la obra y recordó que la empresa continuará brindando apoyo a la comunidad en el futuro, a pesar de las interrupciones causadas por la pandemia de Covid-19.

Este proyecto es un ejemplo de cómo Minera Las Bambas continúa ejecutando diversos proyectos sociales, agropecuarios, medioambientales y educativos en beneficio de las comunidades locales, contribuyendo a la autosostenibilidad de la zona de influencia y reafirmando su compromiso con el progreso de la región.

Las Bambas demuestra una vez más que la minería puede ser un motor para el desarrollo sostenible y el bienestar de las comunidades en la región Apurímac. ​